La Voyager 1 vuelve a mandar datos a la Tierra: la NASA consigue arreglarla con una ingeniosa actualización de software

  • Han pasado cinco meses desde que la Voyager 1 empezó a mandar mensajes ilegibles a la Tierra

  • Por ahora, la sonda está enviando datos de ingeniería, pero la NASA confía en recuperar también los datos científicos

La NASA arregla la sonda Voyager 1
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Brazos levantados, aplausos, sonrisas de oreja a oreja. Son algunas de las reacciones del equipo de misión de las sondas Voyager, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, al recibir, por primera vez en cinco meses, datos legibles de la nave Voyager 1.

Cinco intensos meses. Por primera vez desde noviembre, la sonda espacial Voyager 1, el objeto creado por humanos que más lejos se encuentra de la Tierra, está enviando datos de ingeniería con información legible sobre su salud y el estado de sus sistemas.

Después de intentos cada vez más desesperados por arreglar la sonda, los miembros del equipo de vuelo de la Voyager celebraron la buena noticia el viernes en una sala de conferencias de Pasadena, como ha revelado ahora la NASA.

A un paso de lograr la proeza. Aunque la sonda esté enviando de nuevo datos sobre su estado de salud, la NASA todavía tiene que completar una actualización de software para que vuelva a mandarnos datos científicos desde el espacio interestelar, donde se encuentra junto a su hermana gemela Voyager 2.

La nave Voyager 1 empezó a enviar datos sin sentido a la Tierra el 14 de noviembre de 2023. Hasta marzo, los ingenieros de la NASA no pudieron confirmar la raíz del problema. Una de las tres computadoras a bordo de la sonda, el subsistema de datos de vuelo (FDS), responsable de empaquetar los datos científicos y de ingeniería, se había averiado.

El rescate. Después de enviar algunos comandos ingeniosos a la nave, que tarda casi un día entero en responder por los 24.000 millones de kilómetros que la separan de la Tierra, el equipo de la misión descubrió que un único chip de memoria era responsable de almacenar la parte corrupta del código del FDS. El chip se deterioró, tal vez por su antigüedad, y el código dejó de funcionar correctamente.

Como solución, el equipo decidió colocar el código afectado en otra ubicación de la memoria del FDS. Sin embargo, la nave tiene apenas unos kilobytes de memoria y ninguna ubicación es lo suficientemente grande como para contener el código fuente original completo. El plan de la NASA fue dividir el código en secciones y almacenar esas secciones en diferentes zonas del FDS.

Ahora qué. La NASA ha tenido que ajustar las secciones de código para que el sistema siga funcionando como un todo. También ha tenido que actualizar todas las referencias a la ubicación de ese código en otras partes de la memoria del FDS, mediante nuevas actualizaciones de software.

El equipo empezó por cambiar la ubicación del código responsable de empaquetar los datos de ingeniería de la nave. El código fue enviado a su nueva ubicación el 18 de abril. Cuando la Voyager 1 devolvió datos legibles el 20 de abril, la NASA confirmó que la idea funcionaba.

Por primera vez en cinco meses, los ingenieros de la Voyager 1 pueden verificar la salud y el estado de la nave espacial. Ahora les toca repetir la jugada con la parte del código que maneja los datos científicos, para que la nave pueda seguir trabajando con normalidad 47 años después de su lanzamiento.

Imágenes | NASA

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