Apenas lleva una década entre nosotros y es el material más prometedor para la industria electrónica o para la medicina. El grafeno ha sido calificado de material-milagro, pero aún son muchas las incógnitas en torno a estas láminas de carbono de grosor monomolecular.
La Universidad de Cambridge se ha propuesto disipar esas lagunas y dar lo antes posible con aplicaciones prácticas para este material. Para ello se dispone a inaugurar un nuevo centro de investigación sobre el Grafeno en el área conocida como Silicon Fen, un pujante distrito científico en las afueras de la propia universidad.
La creación de este nuevo templo para la investigación ha costado 25 millones de libras (casi 30 millones de euros). La mitad de esa cifra la ha aportado el Consejo de investigación de ingeniería y ciencias físicas (EPRSC, por sus siglas en inglés). El resto del capital ha sido aportado por inversores privados entre los que se cuentan grandes como Philips, Nokia, Dyson, Plastic Logic o BAE Systems.
El nuevo centro sobre el grafeno tiene como principal objetivo el estabilizar y mejorar los métodos de producción de este material para crearlo en mayores cantidades. El segundo objetivo es descubrir aplicaciones prácticas para esta sustancia que presume de ser, por ejemplo, la que mejor conduce la electricidad y el calor del planeta.
Más información | University of Cambridge
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