Cómo serán los museos dentro de 10 años

Cómo serán los museos dentro de 10 años

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Cómo serán los museos dentro de 10 años

La tecnología forma parte ya de nuestras vidas, y ha cambiado de una u otra forma nuestra rutina diaria y nuestra aproximación a temas que hasta ahora se habían mantenido relativamente a salvo de su influencia. La cultura es uno de los campos en los que tanto Internet como los nuevos dispositivos han impuesto nuevas formas de entender este campo, y los museos son parte de ese singular cambio.

El desafío de la tecnología en los museos es claro, y hemos querido saber cuál es el papel actual de la tecnología en varios museos y sobre todo cuál será ese papel en el futuro. Responsables del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, del MACBA en Barcelona y del Rijksmuseum en Amsterdam nos han ofrecido su visión del tema, y en todos los casos es evidente que la tecnología ha ofrecido una enorme oportunidad a estas instituciones.

Las redes sociales y los nuevos canales de comunicación

Todos los responsables de estos museos nos confirmaban el impacto que han tenido Internet y las redes sociales en la experiencia que ofrecen los museos, tanto presencial como remota. Olga Sevillano, responsable de Programas Virtuales del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, nos explicaba cómo esta institución se ha visto muy beneficiada por el rediseño del sitio web del museo aprovechando la potencia del Responsive Web Design.

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De hecho la apuesta aquí era singular: en el Reina Sofía confían más en esa web adaptada a cualquier dispositivo que en una aplicación móvil. Este es un ejemplo perfecto de cómo la información sobre exposiciones o la colección puede ampliarse de forma clara gracias a este canal, que además aprovechan enriqueciéndolo con otros contenidos. Entre ellos, nos explicaba Sevillano, destacan por ejemplo los podcasts de la Museo Reina Sofía Radio (RRS) en los que podremos encontrar debates, conversaciones y programas que añaden contexto a las obras disponibles en las distintas exposiciones y en la colección de este museo.

La estrategia de comunicación era muy clara también en redes sociales, una herramienta que como nos indicaba Sevillano se ha convertido en una poderosa fuente de información para esta institución. Facebook y Twitter son absolutas protagonistas, pero también hacen uso de Google+ o de Flickr, donde más que publicar imágenes de las obras disponibles aprovechan para mostrar imágenes de las salas de exposición que permiten hacer un pequeño recorrido virtual por esas exhibiciones.

La presencia del Reina Sofía es también patente en otros medios que a priori sorprenden: resulta que en este museo también son, en cierta forma, YouTubers. El museo cuenta con un canal propio en YouTube que aún tiene un número de seguidores limitado, probablemente por el escaso conocimiento que el público tiene de él. Y sin embargo este medio está lleno de contenidos que de nuevo contribuyen a enriquecer la experiencia general en el museo. Lo mismo ocurre con Vimeo, otro de los servicios que también aprovechan en el museo para dar a conocer "la actividad y programa del Museo en formatos y licencias que permiten su libre distribución".

La participación del Reina Sofía ha sido también patente en otros experimentos como el conocido Google Art Project que permite hacer recorridos virtuales por algunos de los museos más prestigiosos del mundo. Aún así esa experiencia virtual es por el momento un pequeño experimento limitado que no obstante podría tener más protagonismo en el futuro ahora que la realidad aumentada y la realidad virtual se han convertido en una realidad palpable.

La relevancia de las redes sociales es también patente en el Rijksmuseum de Amsterdam. Peter Gorgels, Digital Manager del Rijksmuseum, nos explicaba cómo de nuevo Facebook y Twitter han sido claves para obtener una respuesta mucho más directa de visitantes virtuales y presenciales.

Aquí el Rijksmuseum se beneficia de su insondable colección digital, con un proyecto envidiable (y posiblemente envidiado) como Rijksstudio, que permite el acceso libre a 200.000 de las obras digitalizadas en altísima calidad. La colección del museo asciende a más de 1 millón de obras, y el objetivo es digitalizarlas en los próximos 10 años. La ventaja del Rijksmuseum en este caso es evidente: no es un museo de arte contemporáneo, lo que permite clasificar la práctica totalidad de su colección como dominio público.

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Eso ha transformado a Rijksstudio en un repositorio impresionante que además no solo muestra las obras, sino que invita a compartirlas y, curiosamente, a modificarlas y crear sobre ellas. El propio mensaje que aparece en el sitio web del proyecto es tan conocido como tajante: "Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban". La invitación a "robar" para crear es evidente, y es una idea que precisamente hace que esa "viralidad" de las obras -y de las que se crean de forma derivada a partir de ellas- pueda ser máxima.

El MACBA tampoco es ajeno a la relevancia de Internet y las redes sociales: este museo ya tenía presencia web en 1998, y desde entonces su idilio con la tecnología ha sido patente. Tuvimos la oportunidad de hablar con Joan Abellà, gerente de esta institución, que nos explicaba cómo su actual sitio web está preparándose para un cambio notable que entrará en vigor en febrero de 2016. Será entonces cuando dispongan de un sitio web adaptado y con un claro enfoque a dispositivos móviles que aportará algo cada vez más relevante y accesible -gracias a la tecnología- a la hora de vivir la experiencia que ofrece el museo: el contexto.

La tecnología, nos explicaba el Sr. Abellà, no solo permite prever cómo conservar las obras de arte, sino que también ofrece una potente forma de ofrecer contexto a esa obra. Aquí tenemos dos vertientes. En primer lugar estaría el contexto directo, que afecta a los archivos que ha utilizado el artista, y qué medios audiovisuales (charlas, conferencias, archivos fotográficos, documentales, archivos sonoros) proporcionan más información sobre esa obra. En segundo, el contexto indirecto, que como nos explicaba el responsable del MACBA acompaña a esa obra y a esa exposición con líneas de investigación, colaboraciones con otros museos, performances y, desde luego, con archivos que vinculan esa obra y su contexto a un lado y otro.

Los museos quieren generar una conversación

El uso de la tecnología en los museos ayuda según el Sr. Abellà a cumplir un objetivo fundamental: "generar una conversación sostenida con los usuarios a través de los contenidos. Los usuarios trabajan a la carta, quieren acceder a esos contenidos en cualquier sitio". Los museos, continuaba el gerente del MACBA, son gestores de un patrimonio material y trabajan "con lo que pasa hoy en día en la sociedad a través del arte".

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Los museos de arte contemporáneo tienen una fuerte relación con la tecnología no solo en su implantación a la hora de ayudar a mejorar la experiencia, sino también a la hora de ofrecer obras creadas desde nuevos medios tecnológicos. El Sr. Abellà explicaba cómo "hay muchas obras de arte que son ya ceros y unos". Olga Sevillano probablemente coincida con esa apreciación, y de hecho nos habló de una reciente exposición titulada "Sistema operativo" en el Reina Sofía en la que el artista Daniel García Andújar exploraba la relación entre lo real y lo virtual.

Todos estos elementos se unen a esa presencia en redes sociales y en otros canales -en el MACBA preparan también un blog "curatorial" con contenidos destacados del museo, por ejemplo- para transformar la experiencia del museo en algo mucho más participativo. De hecho una de las conclusiones del Sr. Abellà en ese futuro de los museos salía del terreno de la tecnología para irse a la propia concepción de la experiencia.

La idea será no comunicar unilateralmente, como se hacía hasta no hace mucho en los museos. "Ya no es el 'yo sé, tú no sabes'", nos explicaba Abellà, que plantea esa conversación como clave del futuro de estas instituciones que quieren llegar a más usuarios y que hacen uso de la tecnología para ayudar en ese objetivo.

El papel del móvil en el museo

Los dispositivos móviles también han transformado la experiencia del visitante de los museos, tanto de forma previa a la visita como durante ella. El Sr. Abellà lo dejaba claro: "lo primero que hacen nuestros visitantes cuando acceden al museo es sacar el móvil y consulta la información disponible del museo en él". Eso ha hecho que el MACBA haya invertido lo necesario para implantar conectividad WiFi que llega a todas las salas y que permite consultar esa información durante las visitas presenciales de los usuarios.

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Eso no quiere decir que la tendencia actual por las aplicaciones móviles parezca ser especialmente relevante en los museos. En el Reina Sofía Olga Sevillano nos explicaba cómo para ellos la relevancia de su nuevo sitio web es mucho mayor que la de una posible aplicación móvil. Ese diseño Responsive y el uso de tecnologías como HTML5 o el gestor de contenidos Drupal ha hecho que la experiencia móvil sea más flexible en estos dispositivos... y los que estén por venir.

La responsable de esta estrategia en el Reina Sofía aclaraba como llevaban ya viendo el impacto de los móviles en el acceso a su web desde estos dispositivos -por ejemplo, en la cuota de uso de las versiones móviles de Safari o Chrome-, y cómo eso les hizo plantear ese cambio a una web Responsive que "nos ahorró el desarrollo de una aplicación".

En el Rijksmuseum sí disponen de una aplicación móvil que permite acceder a distintas visitas guiadas de la colección en diversos idiomas (español incluido) y que ofrecen un singular y completo recorrido -de hecho hay una parte guiada al estilo Street View que indica cómo llegar a cada punto dentro del museo- por las salas donde se encuentran las obras protagonistas del recorrido.

Precisamente es aquí donde se comprueba el potencial de audioguías que completen esa experiencia, y que en la aplicación móvil del Rijksmuseum están muy bien realizadas. En otros casos esas audioguías están realizadas por terceras partes, como en el caso del Reina Sofía, cuya aplicación para Android e iOS está desarrollada por MUSMon y ofrece esos contenidos por separado, aunque la información disponible en el sitio web oficial (aun sin audio para esas visitas) es realmente extensa y la complementan con los citados podcasts, folletos y más elementos relacionados con esas exposiciones.

Tecnologías de futuro: nada decidido, todo contemplado

"Lo presencial será excepcional, pero se apreciará mucho más", explicaba el Sr. Abellà. Aun cuando todos estos recursos tecnológicos permiten expandir y completar la experiencia del museo, las obras presentes en las salas ofrecerán una forma distinta de disfrutar de esas obras. Una cosa no está reñida con la otra, y aquí el gerente del MACBA dejó claro que ofrecer acceso virtual -sea cual sea- al museo no significa tirarse piedras contra su propio tejado.

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"Lo presencial es la obra en el museo", nos explicaba, "y nada puede suplir a esa experiencia. Pero el contexto se puede ofrecer forma realmente fácil y potente gracias a la tecnología". Aquí el Sr. Abellà hacía una comparación sencilla con otras experiencias culturales: oír música en casa o en el móvil puede ser gratificante, pero no tiene nada que ver con asistir a un concierto. El cine o el teatro ofrecen experiencias similares en las que la forma de vivir esas obras es distinta a la que ofrecen formas "virtuales" de disfrutarlas.

En ese recorrido por el impacto presente y futuro de la tecnología en los museos quedó claro que todos ellos están abiertos a nuevas posibilidades y tecnologías, aunque su implantación será gradual. Ocurre por ejemplo con la realidad aumentada, una herramienta que a priori parece ser especialmente interesante para incrementar el valor de la visita presencial.

El Sr. Gorgels nos explicaba cómo ya han hecho algún experimento con realidad aumentada y a pesar de ofrecer opciones útiles, su implantación tiene un problema: "es difícil aprovecharla, porque en las salas hay mucha gente". El uso de dispositivos móviles como smartphones y tablets para acceder a esa información ampliada de las obras vía realidad aumentada es compleja en muchas obras que todo el mundo quiere ver y que hacen que pararse unos minutos enfocando con uno de estos dispositivos haga incómoda la experiencia para el resto de visitantes.

La realidad aumentada es protagonista hoy en día en el MACBA, y de hecho la aplicación móvil para Android precisamente ofrece la posibilidad de disfrutar de esa información contextual durante las visitas al museo, aunque el número de obras en las que es posible acceder a esos datos es limitado. En el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía estaban en línea con lo explicado por el Sr. Gorgels, y destacaban que esta opción puede ser interesante para colecciones permanentes, aunque la navegación es por ahora algo compleja. Aún así, nos aseguraba Olga Sevillano, ya han hablado con varias empresas que podrían colaborar con este museo madrileño para poner en marcha esta opción.

El responsable de la estrategia digital del Rijksmuseum también nos hablaba del impacto que por ejemplo los pagos móviles podrán tener en la experiencia de los visitantes. Esta institución ya está utilizando este método de forma activa para poder comprar entradas para exposiciones o para la visita de la colección a través de Internet, y de hecho el 20% de la venta de entradas procede de este canal. "En algunas exposiciones", destacaba el Sr. Gorgels, "ese porcentaje asciende al 80%".

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Otra de las tecnologías que se plantean como posible ayuda en esas visitas a museos es la que ofrecen los beacons o balizas. Los responsables de estas instituciones siguen de cerca las posibilidades de alternativas como las de las iBeacons, pero en este sentido hay aún barreras curiosas. Olga Sevillano nos explicaba cómo el edificio del Reina Sofía tiene el "problema" de que sus muros de granito no facilitan la transmisión de las señales Bluetooth. Peter Gorgels también se mostraba interesado por la evolución de esta alternativa, pero también apostaba por una implantación "sólo cuando funcione de forma probada", aunque las opciones para la navegación en interiores son interesantes para una futura versión de la aplicación móvil del Rijksmuseum.

¿Qué hay de la realidad virtual? Como en el resto de los casos, ese tipo de tecnología que parece que podría revolucionar el segmento del entretenimiento también está siendo seguida de cerca por los museos con los que hemos hablado, pero de momento no hay desarrollos definidos ni planes de implantación de estas soluciones. ¿Visitaremos los museos virtualmente dentro de 10 años? Puede que eso se convierta en una alternativa interesante, desde luego, pero como indicaba el Sr. Abellà al hablar de esas experiencias virtuales, lo presencial seguirá siendo excepcional. En todos los sentidos.

Imágenes | Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía | Ed Webster | Maciek Lulko | Pablo Charlón
En Xataka | El desafío de la tecnología en la experiencia del museo

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