Hololens, que probamos recientemente en Los Ángeles, no ha faltado a la cita en el evento de Microsoft y nos ha dejado dos importantes novedades.
La primera de ella es la llegada al sistema de un Hololens como accesorio que se se suma al casco y que llevamos con la mano y se integra en la experiencia inmersiva, principalmente como arma, por lo que hemos podido ver en la demostración de Microsoft. Allí al accesorio le sacaban bastante partido pero ha vuelto a demostrar que el seguimiento de los movimientos todavía está lejos de lo que ahora mismo tenemos en realidad virtual. Hay guerra a la vista.
También habrá que ver cómo le sacan partido a este futuro producto los desarrolladores. Por eso desde Microsoft ya han anunciado que el trabajo serio arrancará en el primer trimestre de 2016, cuando se pondrá a la venta el primer kit de desarrollo de Hololens.
Su precio ha sido fijado en 3.000 dólares, lejos de otros productos similares, y puede ser una barrera de entrada para que pequeños proyectos vean la luz. Además, ese precio inicial del kit nos hace pensar inmediatamente que el producto comercial, cuando vea la luz, no será precisamente asequible.
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