Hace semanas salió un informe sobre los wearables donde los autores le daban un tirón de orejas a los fabricantes: estás vendiendo muchos, pero no estáis logrando captar a los usuarios a lo largo del tiempo. Ahora, un nuevo estudio viene a recordarles a FitBit, Jawbone y compañía cómo deben hacer las cosas.
Puede sonar a una obviedad pero el informe de Forrester Research deja las cosas muy claras: los fabricantes deben empezar a trabajar más el software si quieren triunfar. El factor forma es importante, pero si al final quieren tener continuación y consolidar la categoría deben de ofrecer una experiencia de uso y unas funciones útiles.
El software es el rey
Si hacemos una radiografía a la mayoría de las pulseras cuantificadoras vemos que todas hacen lo mismo: contar pasos, las calorías quemadas o incluso la calidad de nuestro sueño. Algunas lo hacen mejor que otras y ahí es donde los fabricantes deben mejorar.
Es cierto que algunos ya lo hacen muy bien, y tienen aplicaciones bastante completas. Sin embargo, según se vuelve más complejo el gadget (véase los smartwatch) vemos que ofrecer un software bueno puede ser muy complicado. Samsung lo demostró con el Galaxy Gear y Sony tampoco terminó de afinarlo en su segunda generación de SmartWatch, aunque parece que con SmartBand la cosa cambiará mucho.
De los wearables que he probado hasta la fecha, me quedo con el software de Pebble en formato reloj y el de FitBit Flex en pulsera cuantificadora. Aún así creo que tanto el uno como el otro tienen cosas que mejorar todavía.Forrester por su parte señala algunos ejemplos de cómo se pueden hacer bien las cosas mencionado a Nike con su Fuelband y a Jawbone con su UP.
Veremos si los nuevos Gear de Samsung son capaces de superar esta cuestión y que el software esté a la altura porque ya vimos que en diseño si han avanzado bastante. Sin olvidarnos, claro, de todos esos fabricantes que se han lanzado en tromba a tener su wearable lo antes posible
Vía | New York Times
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