Sega Master System, las consolas de tu vida

Sega Master System, las consolas de tu vida
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En el primer artículo de la serie “Las consolas de tu vida”, cuya protagonista es la NES, empezaba haciendo alusión a lo feas que eran las videoconsolas hace unos años. No pretendía decir que la consola de Nintendo es fea, de hecho comentaba que podría haber formado parte del instrumental de la nave Nostromo. Y eso es un halago.

La Master System de Sega sí es un auténtico horror. Lo siento si a alguien le duele, pero en mi defensa he de decir que fue mi primera videoconsola y que le tengo un cariño especial, por supuesto, lo que no quita que su diseño me parezca feo de narices. Bueno, en realidad antes de la Master System tuve una Vectrex, pero sólo disponía de un juego (el que venía con el armatoste) y tengo la convicción de que esta consola tan particular provenía de un universo paralelo.

¿Sega Master System o Sega Mark III?

Con el tema de los nombres pasan estas cosas, incluso en seres humanos: te empiezas llamando de una manera y, por la razón que sea, te acabas cambiando el nombre. Y a veces incluso de cara. La consola de Sega nació en Japón un 20 de Octubre del año 1985 y sus padres decidieron que Mark era un nombre bonito, el mejor de entre todos los que tenían en mente. Además, para hacerse los chulos, le añadieron un número al lado. El resultado: Sega Mark III.

Sega Mark III

La pequeña llegó al mundo con un objetivo claro: competir con esa consola blanca y gris, con algún toque rojo aquí y allá, llamada Nintento Entertainment System (NES en su forma más abreviada y conocida). La cosa no pintaba fácil, ya que la NES le llevaba un par de años de ventaja, pero en Sega estaban decididos a hacer negocio con ella y no pensaban quedarse de brazos cruzados.

Unos meses después, en Junio del 86, la consola aterrizaba en Estados Unidos, momento en el cual decidió adquirir una nueva identidad, pasándose a llamar Sega Master System, y renovando su aspecto por completo. Así es como la conocemos en Europa también, donde desembarco un pelín más tarde (de nuevo, como siempre). En Septiembre del año 1987, concretamente.

Técnicamente superior a la NES, su competidora directa

Dos años de diferencia, cuando hablamos de avance tecnológico, no son pocos. Sega, como hemos visto, lanzó su Master System un par de años después del nacimiento de la NES, por lo que técnicamente era bastante superior a la consola de Nintendo.

Sega Master System

Su procesador es un Zilog Z80, uno de los más potentes junto al MOS 6502 (el que lleva la NES). Llegó a dominar el mercado de los microordenadores desde finales de los 70 hasta mediados de los 80. Cuenta con 8KB de memoria RAM principal que podía ser ampliada mediante expansiones contenidas en los cartuchos y con una paleta de 64 colores, 32 de los cuales es capaz de mostrarlos en pantalla divididos en dos paletas de 16 (una para sprites y/o fondos y otra para fondos únicamente). En cuanto a la resolución sabemos que parte de 256×192 y 256×224, pero puede llegar a 256×240.

Quizás la característica más llamativa de la Master System era su segunda ranura. A parte de la habitual para los cartuchos, la consola contaba con otra para juegos en formato tarjeta (similares a las de crédito).

Con Japón y Estados Unidos en su contra

Master System

Una cuota de mercado del 95% en posesión de la NES es el dato clave que nos permite comprender el descalabro de la Sega Master System en Japón. Imaginad lo que tuvo que suponer para Sega el intentar competir contra esto. Y en Estados Unidos no le fue mucho mejor: en 1988 Nintendo ya se había hecho con el 83% de la cuota de mercado.

Nintendo disponía de un as en la manga muy potente: no permitía que ninguna de sus third party lanzara juegos para ninguna otra plataforma de la competencia. De esta forma Sega únicamene encontró el apoyo de Activision y Parker Brothers en suelo norteamericano, pero ninguna de las compañías llegaron a desarrollar más de cinco juegos para la Master System. En 1989 estas dos empresas decidieron no seguir adelante con este sistema.

El triunfo de la Master System en Europa y Brasil

Europa ya es otro tema. Aquí, como decía antes, llegó a finales del 87 y, por suerte para Sega, se topó con muchas compañías dispuestas a desarrollar juegos para esta consola. De hecho la compañía pudo lanzar la Master System en países europeos a los que la NES no había llegado y, además, contó con el apoyo de desarrolladoras americanas que no habían lanzado nada para su consola en territorio estadounidense.

La acogida fue tan buena que la podemos resumir en dos hechos clave. Por un lado la competencia real con Nintendo. La Master System llegó a rivalizar realmente con la NES en nuestro territorio, lo que nos lleva directamente al segundo punto clave: Sega mueve ficha tomando la decisión de abrir Sega Europe, la división europea de la compañía.

Lo de Brasil es un mundo aparte. A pesar de habérsela pegado en Estados Unidos, el continente americano todavía le guardaba una bonita sorpresa a la Master System en el quinto país más grande del mundo, donde la videoconsola fue lanzada a finales de 1989.

Master System Girl

Tec Toy fue la empresa que se hizo cargo de la consola en dicho país y consiguió que Brasil fuera el lugar donde la Sega Master System obtuviera sus mayores éxitos. Tanto es así que llegaron a fabricarse cinco modelos distintos para ese mercado. Entre ellos encontramos la Master System III (una modificación de la Master System II exclusiva para Brasil) y una flipada pensada para chicas llamada Master System Girl. Sí, de color rosa.

Su muerte en cuatro fases

Dados los distintos grados de acogida que la consola tuvo en los distintos mercados que pisó, su muerte se produjo a distintas velocidades. En Japón, lógicamente, fue donde menos duró: sólo cuatro años (del 85 al 89). En Estados Unidos logró aguantar seis años a pesar de la dura competencia con la NES, pero en Europa y Brasil, dado su tremendo éxito, tuvo una vida de nueve años.

Alex Kidd

Alex Kidd en plena faena

Yo todavía conservo la mía. El primer modelo, ese tan feo de color negro y rojo. Viene con el ‘Alex Kidd in Miracle World’ en memoria y, si no recuerdo mal, me lo pasé de principio a fin al menos tres veces. Todavía recuerdo la sorpresa que me produjo al encontrarme con el primer final boss y darme cuenta de que para vencerlo tenía que ganarle al piedra, papel, tijera.

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