Honor View 10, análisis: subiendo el listón en la liga de los 500 euros

Honor View 10, análisis: subiendo el listón en la liga de los 500 euros

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Honor View 10, análisis: subiendo el listón en la liga de los 500 euros

Honor lleva ya años y varios terminales a sus espaldas para asentarse como una gran opción en la gama media alta. Con el Honor 9 la apuesta les salió casi redonda y su gran fallo fue la escasa autonomía, curiosamente un apartado donde normalmente Huawei rinde bien. Con el View 10, el terminal que analizamos hoy, han querido quitarse esa espinita y volver a demostrar que son un firme candidato para cualquiera dispuesto a invertir entre 400 y 500 euros en un móvil.

Durante la presentación del Honor View10 pudimos ver que uno de los focos de este terminal era la inteligencia artificial. Un concepto interesante, revolucionario para algunos, pero que bajado a tierra en un terminal resulta algo difuso pues sus aplicaciones pueden ser muy variadas. Honor ha decidido que su camino será el de la optimización y no, por ejemplo, los asistentes de voz. Una senda tan pragmática como difícil de medir.

Ficha técnica del Honor View 10

Honor View 10

Pantalla

5,99 pulgadas
Aspecto 18:9
Resolución FullHD+ (2.160 x 1.080)
Cristal 2.5D

Procesador

Kirin 970 de ocho núcleos
GPU Mali G72 MP12

RAM

4GB/6GB

Almacenamiento

64GB/128GB más microSD hasta 256GB

Batería

3.750 mAh
Carga rápida SuperCharge

Cámara principal

16 (RGB) + 20 (monocromo) megapíxeles (f/1.8, f/2.0)

Cámara frontal

13 megapixeles f/2.0)

Sistema operativo

Android 8.0 bajo EMUI 8.0

Dimensiones

6,95 milímetros de grosor

Otros

Lector de huellas dactilares frontal

Precio

494,16 euros

Aunque el foco de Honor está en la gama media alta, las especificaciones de este View 10 son igual de buenas e incluso mejores que las de un Mate 10. Comparten procesador, Kirin 970, y en el caso del móvil que analizamos nos encontramos con 6GB de RAM versus los 4GB del phablet de Huawei. Pequeños detalles que el usuario más exigente sabrá valorar.

Hay pequeños detalles que le alejan de la gama alta, como por ejemplo que la pantalla sea QHD pero a día de hoy en seis pulgadas y con una densidad de pixeles superior a 400ppp resulta una diferencia sólo relevante para quienes busquen específicamente tantísimo detalle.

La gama media alta se ha puesto muy exigente en los dos últimos años y Honor ha sabido igualar en especificaciones la propuesta de sus principales competidores: procesador de gama alta, mucha RAM...

Oreo de serie es un detalle que se agradece y esta vez vemos que el View 10 no se deja ningún matiz sin cubrir. Con su hermano pequeño, el Honor 7X, vimos que por ejemplo se decidió prescindir del conector USB, el NFC o el soporte para redes WiFi de 5GHz, aquí tenemos todo eso. Algo comprensible para cualquier dispositivo que quiera triunfar en esta gama.

Diseño, pantalla de 18:9 y botón físico delanteros juntos en un cuerpo muy atractivo

Honor View10

Honor vuelve a apostar por un chasis de una sola pieza y una aleación de aluminio como material principal. El resultado final es un cuerpo sólido, que transmite robustez a pesar de sus 7 milímetros de grosor y que cae bien en mano. Un peso correcto que no se hace pesado cuando llevamos un buen rato con él tanto en horizontal viendo vídeo o en vertical para cualquier otro tipo de contenido.

En mano es cómodo y en los típicos gestos que realizamos todos los días no hemos notado que el diseño y los materiales generen resistencia alguna. Hablamos de sacarlo del bolsillo del pantalón, sacarlo de un bolso o levantarlo de la mesa cuando estamos al lado del ordenador por ejemplo.

Es un terminal que resbala muy poco y a pesar de que la trasera es completamente plana, la curvatura de los marcos le da un buen agarre y en ningún momento hemos sentido que el terminal se nos fuera a resbalar. No es el terminal más cómodo que he tenido pero el conjunto es muy bueno: atractivo, sólido y capaz de transmitir confianza gracias a su construcción.

Luego nos encontramos con ese tipo de detalles que demuestran que se ha puesto mucho mimo en el diseño como añadir un relieve al botón de encendido para que cuando palpemos el terminal para encender la pantalla lo encontremos más rápido. No es el primero ni el último móvil en hacer eso pero son matices que se agradecen y valoran.

Honor View10

Pasamos al frontal y nos encontramos con un espacio muy bien aprovechado: 78,6% dedicado a la pantalla y donde aún metiendo una pantalla de formato 18:9 son además capaces de introducir, como en el Mate 10, un botón físico que hace las veces de lector de huellas y los comandos básicos de cualquier terminal con Android: Inicio, Atrás y Aplicaciones en segundo plano.

Pasamos el marco inferior donde tenemos un USB tipo C como hemos adelantado antes, el conector del jack para auriculares y también un pequeño altavoz. Suena bien, la caja se nota que está bien cerrada y para escuchar música de manera esporádica o saber cuándo nos llaman cumple con creces.

Huawei y Honor parecen haber encontrado una identidad visual y de diseño con la que se sienten cómodos y pueden evoucionar. El salto desde el Honor 9 es enorme: marcos más finos, mejor aprovechamiento del espacio frontal, materiales que se marcan menos cuando ponemos los dedos...

El único detalle que no nos gusta de esta posición es que es muy fácil de tapar cuando por ejemplo estamos jugando en horizontal o viendo un vídeo. Un mal menor pero que debemos tener en cuenta si para nosotros el sonido es un punto muy importante.

En la parte trasera tenemos los dos sensores que se levantan ligeramente del chasis del móvil. Dos anillos que se levantan un poco pero que no hacen que el terminal baile sobre la mesa salvo que presionemos en alguna esquina. Es una protuberancia mínima.

Como apreciación personal, decir que el color azul metálico es muy atractivo y que hacen que todo el conjunto de este terminal luzca muy bien. Un diseño bonito, con personalidad y muy bien construido. Es un terminal que gusta tener en mano, jugar con él y enseñarlo a otras personas. Se agradece el detalle que de serie venga ya con un protector de pantalla puesto, por cierto.

Pantalla, LCD correcto y aprovechando muy bien las capacidades del formato ultrapanorámico

Honor View10

Honor no ha decidido apostar por experimentos en la pantalla y su elección es tan conservadora como funcional. Un panel LTPS LCD que sobre el papel nos ofrece un consumo menor y un buen desempeño en densidades de píxeles muy altas, como es el caso del View 10.

Así nos encontramos con un panel de 5,99 pulgadas de tamaño con resolución Full HD+, unas cuantas líneas extras al Full HD gracias al formato 18:9. En mano no se antojan grande y en todo este tipo con el móvil no he tenido problemas tocándolo, cogiéndolo y llegando a todos los puntos de la pantalla.

Los ángulos de la pantalla son muy buenos y apenas hay pérdidas cuando giramos el terminal. Los colores son bastante fieles y la calibración que viene por defecto es neutra. Blanco muy fiel sin tendencias al rojo al frío, luego podemos cambiarlo eso sí desde el menú de ajustes.

Si hablamos de la luminosidad nos encontramos con nits suficientes para los días más soleados poder ver la pantalla sin problemas y poder bajarlo al máximo cuando estamos de noche y no dejarnos los ojos cuando hay algún elemento con mucho blanco. No tiene el efecto sorprendente de un AMOLED pero si no puedes llegar ahí, un buen LCD es una excelente alternativa.

Honor View10

Dentro del menú de ajustes podemos manipular algunos parámetros como activar un par de modos de color y luego aplicar diferentes filtros para calibrar la temperatura. Personalmente me parece opciones muy justas y además poco orientadas a alguien que quiere aprender a ver qué forma de ver las cosas es la que mejor se ajusta a sus necesidades.

La respuesta táctil del panel es muy buena y no se nota retraso entre el toque y la reacción. Una cosa que nos ha gustado mucho es que el móvil invita desde las primeras horas con él a que eliminemos la barra virtual inferior (donde están los botones de Inicio, Atrás y Apps en segundo plano) para que hagamos todo con el botón físico táctil.

Nos ha sorprendido de manera muy grata lo bien que funciona el botón táctil de la frontal y cómo gracias a los gestos y toques podemos eliminar la barra inferior y ganarle más espacio útil a la pantalla.

La experiencia ha sido muy positiva. Con un ligero roce volvemos atrás, si lo dejamos pulsado un segundo llegamos al escritorio y si deslizamos el dedo hacia la izquierda o la derecha nos permite ver qué aplicaciones hay en segundo plano. Funciona muy bien y si nos acostumbrados a ello podemos ganar un poco de espacio útil para ver más contenido.

Un gran aprovechamiento del lector de huellas y que demuestra que con una buena implementación podemos tener más espacio para ver contenido y no tener que tenerlo constamente ocupado por la dichosa barra. Merece la pena darle una oportunidad y descubrir si es para ti, o no.

Rendimiento, Kirin 970 vuelve a demostrar que puede con todo

Honor View10

Como adelantábamos antes, llamar al Honor View10 un gama media alta no termina de ser justo. Sí, es su banda de precio pero el corazón del terminal tiene mejores especificaciones, sobre el papel que un Mate 10 por ejemplo. Hablar de lo bien que funciona el Kirin 970 a estas alturas no debería pillar por sorpresa nadie.

Esta vez además tenemos 6GB de RAM (también hay una configuración de 4GB) y unos notables 128GB de memoria interna que harán que nos olvidemos de tener que meterle una tarjeta microSD en la bahía correspondiente. Si hablamos de la experiencia y dejamos la teoría de lado, nos encontramos con un buen trabajo.

El View 10 se mueve fluido, no hemos notado lag en tareas cotidianas y la evaluación en este apartado es muy positiva. Es exactamente lo que le pedimos a un terminal en esta banda de precio. Lo hace muy bien, a pesar de que en muchas ocasiones tiene que trabajar con una capa algo pesada.

Prueba

Honor View 10
(Kirin 970 + 6 GB RAM + Mali-G72)

OnePlus 5T
(Snapdragon 835 + 8 GB RAM + Adreno 540)

Razer Phone
(Snapdragon 835 + 8 GB RAM + Adreno 540)

Xiaomi Mi MIX 2
(Snapdragon 835 + 6 GB RAM + Adreno 540)

Moto Z2 Force
(Snapdragon 835 + 6 GB RAM + Adreno 540)

Samsung Galaxy Note 8
(Exynos 8895 + 6 GB RAM + Mali-G71)

Huawei P10 Plus
(Kirin 960 + 6 GB RAM + Mali G71)

AnTuTu

176.614

171.310

180.694

175.686

179.913

173.122

151.644

GeekBench (Single / Multi)

1.885 / 6.462

1.981 / 6.531

1.984 / 6.663

1.933 / 6.672

1.931 / 6.638

2.022 / 6.762

1.950 / 6.220

PCMark Work

6.935

6.678

9.303

6.734

6.141

5.151

5.931

3DMark (IceStorm Unlimited)

41.092

40.368

41.172

18.442

40.172

32.670

25.693

Número arriba, número abajo, en los tests sintéticos vemos que el Honor se mueve igual de bien que otros móviles de especificaciones similares. En algunas pruebas rinde mejor que en otras pero el resultado general demuestra que los procesadores de Kirin son muy competitivos y una alternativa igual de válida que un SoC de Qualcomm o Samsung.

Uno de los focos en el procesador del View 10 es poder jugar con él. El punto diferencial, según Honor, está en un modo de juego que nos trae optimizaciones de rendimiento y un modo no molestar para que las llamadas y notificaciones no estorben cuando estamos en ello.

Tras probar varios juego no he notado que exista alguna mejora. Los juegos van tan bien como en cualquier otro terminal de este estilo y sí, se agradece que no te entren llamadas mientras juegas. La experiencia es buena pero resulta difícil cuantificar y medir las promesas del fabricante.

Si hablamos de temperatura salvo en casos donde la antena ha tenido que hacer un esfuerzo importante porque no cogía cobertura suficiente, los resultados son buenos. No se calienta en exceso con tareas exigentes pero nos hemos quedado con curiosidad de ver qué tal se portará en verano, tendremos que esperar unos meses.

El reconocimiento facial es bienvenido, pero no es una alternativa realista al lector de huellas

Honor View10

La semana el Honor View 10 se actualizó a través de OTA para incorporar el reconocimiento facial, uno de los puntos que la compañía destacó en la presentación del terminal. Decidimos configurarlo y darle una oportunidad porque además, en mi caso personal, tenía curiosidad por ver cómo funcionaba.

Cuento brevemente: mi aspecto desde hace muchos años es llevar barba. Más corta, más larga pero siempre con vello facial. Ahora de hecho la tenía especialmente larga. Configuré el reconocimiento tan pronto estuvo disponible y a los dos días me afeité por completo. Pones dos fotos juntas y no parecemos la misma persona.

Mientras estaba con barba el reconocimiento facial hacía muy bien su trabajo pero cuando me la quité el sistema empezó a fallar. Había veces que sí me reconocía pero eran puntuales. Decidí no volver a calibrarlo y ver si, como decía Honor, era capaz de aprender utilizando la inteligencia artificial.

Reconocimiento Facial

Fueron pasando los días y los aciertos iban aumentando. Ahora, mientras escribo estas líneas, cojo el móvil, enciendo la pantalla varias veces y en casi todas se desbloquea con éxito. Sólo falla en algunas cuando cambio el ángulo de la cámara.

En el día a día sigue siendo un poco errático y cuando hay situaciones de mucha o poca luz no siempre va bien. Con gafas de sol, cristales polarizados, tampoco me identifica. En general la experiencia está bien pero sigue estando lejos de la agilidad y seguridad que ofrece un lector de huellas. Buen complemento pero no es un sustituto de garantías todavía.

Como detalle importante destacar que durante la configuración de la cara Honor nos muestra una advertencia explicando que puede ocurrir que el sistema de reconocimiento facial pueda fallar y detectar otra cara por la nuestra misma. Un aviso que genera algo de desconfianza y que tras una buenas pruebas con él, que no perfectas, hacen que seamos un poco cautos.

Autonomía, siete horas de pantalla encendida con algún compromiso

Autonomia

Sin más información, 3750 mAh suenan a una cantidad notable y correcta. Honor aquí también nos promete mucha optimización y tras los resultados algo flojos de su último flagship quieren remontar y sí, lo consiguen. Si quieres un móvil para usarlo un día y medio sin cargarlo, el View 10 cumple con ello.

La batería y el sistema de optimización hacen una buena dupla que se traduce en las pruebas que hemos hecho en siete horas de pantalla encendida. En mi caso he estado varios días dejándolo sin cargar por la noche y apurando para luego, al día siguiente, ya enchufarlo a la red alrededor del mediodía.

Tener mucha autonomía suele traducirse en tener una batería de gran capacidad y por tanto que abulte más o bien un optimizado de procesos en segundo plano muy agresivo. Honor ha apostado por lo segundo y a veces podemos perder notificaciones importantes por el camino.

Los datos de autonomía son muy buenos y si a eso además le sumamos la carga rápida, la combinación mejora más todavía. En 30 minutos es capaz de cargar algo más del 50% y el resto lo cubre en una hora. Por lo tanto, 90 minutos para tenerlo listo desde cero. Con su cargador oficial eso sí.

Honor ha afinado muy bien aquí en todos los aspectos pero esta optimización viene con un coste: matar procesos en segundo plano. Según explicaba el fabricante en la presentación, el View 10 va aprendiendo con todo lo que hacemos. A día de hoy, tras varios días con el móvil, no lo termino de tener claro porque en más de una ocasión me ha matado procesos de cosas que sí eran relevantes.

Software, EMUI sigue evolucionando para convencer fuera de Asia

Software

Pocas sorpresas en el apartado de software. Android 8.0 Oreo de base y por encima un EMUI que nos impone sus aspectos de personalización. Hay que reconocerle a Huawei que con la versión 8 de su capa de software han hecho un avance notable y todo va muy fluido, incluso su lanzador de aplicaciones con un poco de personalización queda bien.

El problema es que con el baño que tiene la galleta Oreo hay muchos momentos en los que no se saborea los ingredientes originales. EMUI pesa y que guste o no acaba siendo una cuestión muy subjetiva. En mi caso prefiero opciones más ligeras pero tengo que reconocer que el rendimiento está bien.

Por defecto ofrece las opciones más básicas de personalización que para el usuario común son suficientes. Ahora bien, si queremos poder personalizar hasta el más mínimo detalle aquí EMUI se nos queda corto y nos toca recurrir a las cientos de apps que hay en Google Play.

Hablando de aplicaciones, Honor aquí vuelve a pecar de introducir demasiado contenido por defecto: juegos de Gameloft en su mayoría junto a otros servicios como Booking, eBay o el editor de vídeo Quik de GoPro. Todo ello junto a una tienda de apps paralela a Google Play con contenido curado a la que podemos decir que no desde el primer minuto cuando estamos configurando en móvil.

Honor View10

Creo que el mix de contenido obedece más a acuerdos comerciales de Honor con sus socios que a realmente ofrecer un pack de bienvenida útil para el usuario. Por fortuna casi todas ellas se pueden desinstalar sin ninguna dificultad ni configuración avanzada. Un punto negativo pero con fácil solución.

En general la experiencia con la capa es buena: no da problemas, no hay cuelgues y la combinación, aunque algo pesada, funciona bien. El único punto a mejorar para Honor aquí sigue siendo en ofrecer mejores (o directamente menos) apps preinstaladas para que lo que nos encontremos sume desde el minuto uno no sirva para comprobar lo bien que funciona la opción de desinstalar.

¿Dónde está la IA, Honor?

Honor View10

A lo largo del análisis hemos hecho varios guiños a cosas que Honor mostró durante la presentación y el punto principal del View 10 era precisamente la Inteligencia Artificial. Ellos hablan de conceptos superiores y terminologías como NPU para referirse a un montón de tecnologías que nos iban a hacer la vida más fácil y mejorar el rendimiento del móvil.

A la hora de bajarlo a tierra, Honor no ha sabido hacerlo del todo bien. ¿El View 10 va siempre muy fluido? Correcto. ¿La autonomía es sobresaliente? Sin duda. ¿Todo funciona bien? Sí. ¿Tiene que ver todo ésto con lo que ha anunciado Honor? No lo sabemos.

Honor ha fallado a la hora de bajar a tierra esos conceptos y explicarle al usuario que hay un trabajo de optimización que se traduce en una serie de mejoras. Estamos convencidos de que todos los elementos suman y aportan para que todo vaya bien pero precisamente cuando no hay problemas, es cuando no se mira por qué todo va sin problemas.

Honor ha intentando vender bajo el reclamo de la NPU y la IA algo que le pedimos a cualquier terminal: que funcione bien, optimice procesos y siempre que encendamos la pantalla vaya a la perfección.

Si no hubieran hecho ninguna comunicación sobre la IA y la NPU, el usuario no habría notado ninguna diferencia y se encontraría con lo mismo que hemos visto nosotros: un terminal excelente pero que hace las cosas tan bien como cualquier gama alta o gama media con pretensiones de ser algo más.

A falta de datos técnicos y muestras de la propia Honor de cómo se produce esa mejora de rendimiento a través de la inteligencia artificial, queda claro que el concepto sigue difuso y que sus mejores demostraciones, las tangenciales al menos, son otras diferentes.

Cámara, dos cámaras y muchos modos pero sin estabilizador óptico

Honor View10

Para el apartado fotográfico el View apuesta por dos cámaras traseras: un sensor principal de 16 megapíxeles y otro de 20 que hace de apoyo. El segundo se utiliza para poder ofrecer un zoom de dos aumentos para ver con más detalle que si realizáramos un recorte al 100% con el primero.

En la frontal tenemos 13 megapíxeles que cubren muy bien las necesidades más básicas de selfies, grabación de vídeo para redes sociales y también para el reconocimiento facial del que ya hemos hablado. Hecha esta breve presentación, veamos algunas fotos.

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Foto tomada con mucha luz ambiente. La primera con el zoom normal y la segunda con doble aumento. Podemos observar que en todo lo que se aprecia en primer plano tiene muchos detalles y que incluso el agua se mantiene estática y no se ven estelas por el movimiento. Eso sí, con el cielo sufre un poco y vemos que empastela todo mucho y apenas se diferencia entre los claros y las nubes.

Con la foto en 2X ganamos un poco de nitidez en el fondo y el resultado es algo mejor que si hacemos un recorte al 100% de la primera foto. Sin embargo, se aprecia más el movimiento de la fuente y los chorros que caen. Un resultado muy bueno donde las carencias del procesado se notan más en un ordenador que en la pantalla del móvil.

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Foto de un kiosko desde un lado más iluminado y otro no tanto. En ambas fotos se puede apreciar que hay algo de ruido pero los textos se pueden leer sin ningún problema. Sólo en el fondo se nota que empasta un poco las texturas o las caras pero los resultados son buenos. Precisamente en ese ruido y la sensación artificial al disparar en automático son los detalles que separan una cámara móvil muy buena de una de sobresaliente.

Recorte

Foto rápida en un interior con luz muy tenue. Vemos que se nos cuela una mano en movimiento que no termina de captar bien pero el resto de saultados son muy buenos. Fiel manteniendo las texturas, metiendo ruido de en pequeños detalles y con buenos resultados en el recorte del 100%. Se nota mucho el procesado pero no crea un efecto papel mojado importante.

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Probamos el modo retrato en un interior con mucha luz y vemos que los resultados son bastante buenos. El recorte de la silueta es muy bueno y sólo falla en algunos sitios donde las bandas blancas de la chaqueta se confunden con el fondo. Donde presenta más carencias es precisamente en lo que ya hemos visto antes: el procesado no da un resultado muy fino y la cantidad de ruido estropea un poco el resultado final. Cuando lo vemos con la pantalla del móvil apenas se percibe pero si lo hacemos desde un monitor es más fácil apreciar esas pequeñas carencias.

Img 20180119 195327

Prueba con formas geométricas y líneas de diferentes tipos. En la curva que define el trazado de la escalera podemos apreciar cómo en algunos momento el procesado no termina de dibujar el trazo del tirón y hay como pequeños cortes. Se aprecia una buena cantidad de ruido pero hay que decir en defensar del sensor del Honor que en esta ocasión no había apenas luz por lo que el resultado final para disparar en automático es bueno.

El software vuelve a jugar un papel importante y hacer fotos con el móvil es muy sencillo: apenas hay retraso cuando pulsamos en el botón de disparo, las opciones manuales y los diferentes efectos son muy fáciles de encontrar. Disparar controlando la apertura, el ISO o la temperatura de la luz es muy fácil y directo por lo que en muchas ocasiones merece la pena pararse y toquetear un poco para tomar una foto mejor de lo que lo haría en automático.

A la hora de grabar vídeo los resultados son un poco irregulares por la falta de estabilizador óptico. No poder contar con él hace que en escenas de poca luz perdamos mucha calidad y que se note mucho el pulso cuando sostenemos el móvil o cuando hacemos un barrido horizontal por ejemplo.

La IA del View 10 aquí se aplica de dos formas. Por un lado se encarga de identificar "lo que ve" la cámara para ofrecernos un modo de disparo más óptimo. Detecta caras, paisajes, naturaleza y texto. Su otra tarea es ofrecer un optimizado en las imágenes para corregirlas. Parecido al HDR que viene activado por defecto en otros dispositivos.

Los resultados con la cámara son muy buenos y compiten de tú a tú con otros terminales de esta gama como el OnePlus 5T. Andan algo lejos de la calidad que ofrecen las cámaras de teléfonos más caros pero lo que vamos a obtener a este precio no es en absoluto malo.

Honor View 10, la opinión de Xataka

Honor View10

Mientras más sube el precio de un móvil, mayor es el nivel de exigencia y el Honor View 10 cumple con las expectativas. Muy pocas fisuras para un terminal que lo hace todo muy bien y además luce de un diseño cuidado y atractivo. No está exento de fallos pero ninguno de ellos resulta grave.

La autonomía es excelente, el aprovechamiento de la pantalla nos demuestra que este formato tiene mucho recurrido, los resultados con la cámara son buenos aunque con matices... Ofrece mucho por lo que cuesta y precisamente su precio es uno de los aspectos que más le pueden traicionar a corto plazo.

Por 500 euros, es difícil encontrar un mejor móvil que el Honor View10 o el OnePlus 5T.

¿Hay algún móvil igual de bueno por los 500 euros que cuesta? El único que le planta cara es el OnePlus 5T pero si empezamos a bajar o subir 100 euros nos encontramos que hay opciones más asequibles y en las que podemos aceptar más compromisos o bien estirarnos y conseguir algo ligeramente mejor.

Resulta difícil a día de hoy conseguir algo mejor a ese precio pero si nuestro presupuesto es flexible tenemos motivos para tirar para un lado u otro y al final olvidarnos de este estupendo terminal. Gran trabajo para una Huawei que sigue cuidando con mucho mimo a su segunda marca.

8.4

Diseño9
Pantalla8,25
Rendimiento9
Cámara8
Software8
Autonomía8,5

A favor

  • Construcción, diseño y elección de materiales muy acertada.
  • Autonomía excelente y con el incentivo de la carga rápida.
  • Gran aprovechamiento del espacio frontal gracias a los usos del botón táctil.

En contra

  • Cámara sin estabilización óptica.
  • EMUI sigue siendo una capa de software pesada.
  • La IA y la NPU son invisibles al usuario. El terminal funciona muy bien, pero como cualquier otro móvil dentro de esta gama.

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Honor. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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