La semana pasada, Tesla Motors protagonizaba todos los titulares después de que Elon Musk, su creador, anunciara en el blog oficial de la compañía la liberación de todas sus patentes. ¿El motivo? Según el comunicado, favorecer el desarrollo del coche eléctrico. "Creemos que Tesla, otros fabricantes de coches eléctricos y el mundo se beneficiarían todos de una plataforma tecnológica común y de evolución rápida", decían.
El anuncio, sin embargo, dejaba varias preguntas en el aire para los que no somos expertos en temas de patentes. ¿Qué significa que cualquiera pueda utilizar las patentes? ¿Significa esto que podríamos ver clones exactos de los coches de Tesla Motors? ¿Por qué lo hace Tesla realmente: es de verdad compromiso con el mundo o realmente salen ganando de alguna forma? Desde Xataka hemos podido hablar con Javier Espuch (Zmart Consulting), experto en patentes, que nos ha ayudado a arrojar un poco más de luz en este asunto.
¿Cómo funcionan las patentes?
Dentro de los derechos de propiedad intelectual e industrial se incluyen distintas formas legales, como las marcas comerciales, los derechos de autor, diseños y las patentes. Mientras que las marcas protegen los productos o servicios de un titular (nombres, logotipos, etc), los diseños se encargan de proteger la apariencia externa y el efecto visual. Las patentes, en cambio, protegen invenciones técnicas. En la Oficina Española de Patentes y Marcas aparecen detallados cada uno de estos aspectos, que vemos con un ejemplo a continuación.
Es decir, Nokia no podría patentar su N95, pero sí podría patentar cualquier tecnología novedosa que utilice en él. El aspecto exterior podría registrarlo como diseño mientras que para el nombre y el software podría solicitar el registro de su marca.
Ya sabemos entonces qué se puede patentar pero ¿qué requisitos existen para solicitar una patente? Se resumen en tres:
- que sean nuevas y no estén incluidas en el "estado de la técnica", es decir, "todo lo que antes de la fecha de presentación de la solicitud de patente europea se ha hecho accesible al público por una descripción escrita u oral, por una utilización o por cualquier otro medio" (artículo 54 del Convenio sobre Concesión de Patentes Europeas (CPE))
- que supongan una actividad inventiva (artículo 56 de la CPE)
- que sean susceptibles de aplicación industrial (artículo 57 de la CPE).
En Xataka ya hemos visto numerosas solicitudes de patentes (algunas de ellas bastante locas), como las siguientes:
- ¿Google Glass con teclado proyectado con láser? Una patente dice que es probable
- Apple "se pide" la patente de una pantalla táctil inalámbrica
- Apple ya tiene dos interesantes patentes para mejorar la cámara del iPhone con objetivos intercambiables
- Samsung registra su propia patente para auriculares con pantalla integrada
- Una patente de Google apunta a unas posibles lentillas inteligentes
Vale, ya sabemos lo que es una patente y qué se puede patentar, pero ¿cómo funcionan? Nos lo resume Javier Espuch:
La patente tiene una duración de veinte años desde la fecha de presentación de la solicitud. Una vez obtenida la concesión de la patente se otorga al titular de la misma el derecho exclusivo de explotación (fabricación, utilización, distribución, venta, importación, otorgamiento de licencias, franquicias, etc.).
Esta exclusividad se otorga para los países en los que el inventor ha registrado la patente, pudiendo explotarla directamente u otorgar licencias a otras empresas interesadas. En caso de que la patente concedida no se explote durante un plazo determinado, otras empresas pueden solicitar la concesión de una licencia obligatoria de forma que no se bloquee la tecnología.
Gracias a esta figura, además del derecho que se le otorga al titular, la invención se hace accesible al público con la publicación de la patente, favoreciendo al desarrollo de la innovación y sirviendo de inspiración para las futuras generaciones de inventores.
¿Qué significa que Tesla Motors "abra" sus patentes al mundo?
Realmente el concepto de "abrir" puede llevar a equívocos: las patentes siempre son públicas y cualquiera puede consultarlas. No existen patentes "secretas". En el caso de Estados Unidos, las patentes pueden consultarse a través de la página de la United States Patent and Trademark Office o incluso a través del buscador de patentes de Google. Si realizamos una consulta por "Tesla Motors" en cualquiera de los dos sitios web, nos aparecen las patentes que o bien han solicitado (pendientes de aceptación) o bien ya han sido aprobadas. Por ejemplo, una sobre optimización de la batería y otra sobre el conector para la recarga eléctrica, aunque hay bastantes más.
Sin embargo, que una patente sea pública no significa que cualquier persona la pueda utilizar con fines comerciales. De hecho, ése es su objetivo: sólo puede explotarla el que la ha solicitado, que puede hacerlo por sí mismo o conceder licencias a otras empresas. Sólo en el caso de que la tecnología patentada pueda considerarse un estándar (por ejemplo, la tecnología 3G o GSM), las autoridades podrían obligar a la propietaria de la patente a negociar la concesión, previo pago, de licencias a terceros (lo vimos en el caso de la guerra de patentes en la telefonía móvil).
¿Significa esto que vamos a ver muchos clones de coches Tesla por las calles? No, ni mucho menos. El hecho de que permitan el uso de las patentes autoriza al resto de compañías para que estas "utilicen la misma solución técnica para sus desarrollos", según nos explica Javier Espuch. Sólo sus patentes y no otras cosas como diseños o marcas registradas. Además, otro punto importante que también nos aclara: "la aplicación de esta tecnología no va a ser directa puesto que un desarrollo de este tipo incluye un know how que no se encuentra en las patentes y que los competidores tendrán que desarrollar por su cuenta".
Viéndolo con un ejemplo más tecnológico: imaginemos que Google libera la patente de sus Google Glass. Los competidores podrán fabricar unas gafas utilizando su tecnología (por ejemplo, la proyección de la pantalla en las lentes y cualquier otra solución patentada), pero no tendrían acceso a cómo lo hace Google, qué componentes usa, cómo los programa, etc.
¿Cualquiera puede usar patentes de Tesla Motors? Sí, pero...
En principio, y según la declaración de intenciones de la compañía, la respuesta sería sí aunque con matices. En el comunicado, Tesla aseguraba rotundamente lo siguiente: "No iniciaremos procesos legales de patentes contra cualquiera que, de buena fé, quiera utilizar nuestra tecnología". "De buena fé", ahí puede estar una de las claves. Para Javier Espuch "se refieren a que utilicen la tecnología para avanzar en el sector, no para beneficiarse de la tecnología propiedad de TESLA. Por ejemplo, copiar la tecnología de Tesla y venderla a un tercero como propia para obtener beneficio no sería considerado como acto de buena fe".
También existe otro factor importante: de momento, Tesla Motors sólo ha publicado su disponibilidad a liberar patentes en su blog. No hay ningún documento legal que acredite esto mismo, por lo que si yo tuviera una empresa tecnológica no me lanzaría a la piscina, como suele decirse, sin que me dieran algo más de seguridad. Espuch coincide con esta visión, asegurando que si bien el comunicado tiene cierta validez puesto que se ha publicado en la web de la compañía, lo mejor sería "hacer un contrato de licencia formal donde se establezcan los términos de la misma".
"El comunicado tiene una cierta validez puesto que se ve que es oficial de la compañía pero yo no le recomendaría a ningún cliente que invirtiese en desarrollo antes de disponer de una licencia más "formal", aclara el experto.
¿Por qué hace esto realmente Tesla Motors?
¿De verdad quiere Tesla Motors favorecer el sector del coche eléctrico para que se imponga, de una vez, al sector del coche tradicional? Parece razonable y liberar el uso de sus patentes puede ser una gran iniciativa al respecto. Pero esta decisión también tiene alguna lectura adicional de la que se hacen eco en el blog Observatorio Sudamericano de Patentes: Tesla Motors, sola en la actualidad en su lucha en muchos casos legal contra las grandes compañías automovilísticas, busca socios que se unan a ella y le ayuden a presionar a políticos y otros representantes judiciales, que por ahora parecen estar inclinándose más hacia el sector tradicional.
No sólo eso, sino que podemos ver qué saldrían ganando con otro ejemplo: Google con Android. Google ofrece Android gratis pero, a cambio, se lleva comisiones por las ventas en las tiendas de aplicaciones. Si exportamos el mismo modelo a Tesla Motors, esta empresa podría vender ciertos componentes (recordemos: las patentes dan derecho a la explotación pero la fabricación, el diseño y la implementación no se incluyen en el proceso) a los fabricantes que se animen a utilizar sus patentes, con lo que ganarían dinero a través de estas ventas.
En definitiva, si bien la decisión de Tesla Motors es loable y puede cambiar algo las cosas, no significa que vayamos a ver clones de "Teslas" por todos los sitios y tampoco que todos los secretos de fabricación de la compañía estén al alcance de cualquiera. Se liberan las patentes, con algunas innovaciones tecnológicas, pero Tesla Motors conserva todo lo demás, incluyendo las instrucciones para sacarles el máximo partido y hacerlas funcionar.
En Xataka | Tesla da vía libre al uso de sus patentes y sueña con que la industria tecnológica le siga
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