Las soluciones tienen que empezar a llegar también desde fuera de los drones, por muy listos que sean, y bien comunicados que estén, algún sistema superior debe velar por la seguridad de sus viajes. Pues ahí está la NASA, desarrollando un sistema que gestiona el tráfico de los florecientes objetos voladores.
El sistema de tráfico aéreo que plantea la agencia espacial de los Estados Unidos, tendría a los vehículos funcionando en una altura que se mueve entre los 120 y 150 metros sobre el suelo. Mucho más bajo que el vuelo convencional de otros vehículos, y curiosamente donde se mueven drones como los de Google.
El controlador de vuelo será un algoritmo
El sistema estará completamente automatizado, no se espera que haya un controlador de vuelo al tanto de todos los movimientos, aunque sí que sigan un funcionamiento similar al que se emplea en el tráfico aéreo convencional. Se tendrá en cuenta tanto el tráfico en sí, como el tiempo meteorológico.
Entre los agentes meteorológicos, el viento es y será un ingrediente muy importante para un cacharro de reducidas dimensiones y peso, sin mucha potencia, y hasta la fecha, mala aerodinámica.
Parimal H. Kopardekar, principal responsable del proyecto, nos cuenta que la primera aplicación que se le va a dar es en el campo de la agricultura, y esperan verlo en acción en 2015. Monitorizar grandes extensiones de terreno parece una opción más sencilla que pasar directamente al envío de paquetes.
Las pruebas se están realizando ya en el Moffett Field de la NASA, que curiosamente está a poco más de cinco kilómetros de los cuarteles generales de Google, en Mountain View. Si algún día quieren cooperar, les pillará cerca.
Inteligente movimiento de la agencia - entendemos que también del gobierno -, ya que mientras Google o Amazon batallan por crear los mejores vehículos voladores autónomos, ellos se interesan por crear un terreno de juego que todavía es ilegal en su país.
Vía | NYT
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