161 municipios llevan años bebiendo agua contaminada sin saberlo: España es un desastre gestionando su red hídrica

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Un puñado de eurodiputados vota en Bruselas y, tres años después, como consecuencia de una larguísima sucesión de decisiones, 161 municipios se quedan sin agua potable en el peor momento. Justo cuando esas regiones de Salamanca y Zamora están llenas de gente. Por eso, me temo, hay decenas de medios hablando de ello.

Sin embargo, el hecho de que el embalse de La Almendra registre una contaminación superior al tope fijado por Europa hace tres años es mucho más que una "serpiente de verano". Miles de personas llevan años (quizá décadas) bebiendo agua contaminada y, por si fuera poco, solo nos enteramos a regañadientes y con muchísimo retraso.

Es hora de tomarnos en serio el tema del agua.

Repasemos la secuencia de los hechos. El 16 de diciembre de 2020 se aprobó  una directiva (la 2020/2184 relativa a la calidad de las aguas  destinadas al consumo humano) que tenía por objeto "proteger la salud de  las personas de los efectos adversos derivados de cualquier tipo de contaminación de las aguas de consumo garantizando su salubridad y  limpieza, y mejorar el acceso a las aguas de consumo".

En enero de este año, con la rapidez que le caracteriza, el Gobierno de España aprobó el real decreto que trasponía la directiva y actualizaba los niveles de contaminación que podía tener el agua potable.

Para ser precisos, la nueva normativa mantenía el límite de 0,1 µg/litro en plaguicidas autorizados. Pero, curiosamente, introducía un nuevo límite para plaguicidas prohibidos o no autorizados: uno de 0,03 µg/l. Esto tiene mucho sentido. Al fin y al cabo, las substancias no autorizadas tienen un potencial mucho más problemático.

¿Y qué ha pasado? Muchas cosas, pero la que nos afecta es que, al menos, 161 municipios se han quedado sin agua: los que se nutren del salmantino pantano de la Almendra.

Y les lleva afectando desde hace un mes: cuando se detectaron niveles peligrosos de pesticidas. Desde entonces, nadie puede consumir agua del grifo (ni beber, ni cocinar). Y, aunque en la comarca de Sayago, los análisis no detectan contaminación, lo cierto es que al protocolo aún le quedan días para que se levante la prohibición.

Lo que ha pasado en realidad. Años, años y más años de mala gestión del agua. El hecho de que la diputación de Salamanca haya declarado que, en fin, ha "faltado tiempo para adaptarse a la norma" es ilustrativo. Sobre todo, porque llevamos años con números sobrecogedoramente malos.

Como explicaba Mario Viciosa, "Doñana ha perdido más del 80% de sus marismas respecto a comienzos del siglo XX", sí. Pero lo más preocupante es que "más de la mitad de sus lagunas se han secado en última década". Y no es algo que afecte solo a Doñana. La cantidad de acuíferos peligrosamente sobrexplotados es enorme.

De hecho, según la Red Ciudadana de Medición de Nitratos, casi el 60% de las aguas subterráneas españolas está contaminada por nitratos.  Otros análisis más conservadores, como el del Ministerio, señalan que  un 40% no cumpliría los requisitos de la directiva europea del agua. Cifras que, por cierto, no son tampoco para tirar cohetes.

Problemas que estallan. Los pantanos (como muestra La Almendra) y los entornos naturales (como muestra el Mar Menor) no están en una situación mucho mejor. No es que haya "faltado tiempo para adaptarnos"; es que parece que necesitamos que alguien de fuera venga y airee nuestros problemas para empezar a tomarnos en serio los problemas que ignoramos sistemáticamente.

...y estalla por la sequía. Por nuestra mala gestión, sí; pero el detonante ha sido la sequía. Y es que no llueve como debería llover desde, al menos, 2014. Cada año desde entonces ha finalizado con menos lluvias que la media histórica (1971-2000); cada temporada ha sumado su granito de arena para llegar a la actual situación de sequía generalizada: y, en ese contexto de déficit global, constante y cada vez más extendido, las reservas de agua se vuelven mucho más débiles e inseguras.

Por eso no basta con lo que veníamos haciendo hasta ahora. O, mejor dicho, no basta antes, pero ahora se hace evidente.

En Xataka | España afronta una crisis de abastecimiento de agua. Su mejor opción pasa por beberse el Mediterráneo

Imagen | Ildar Sagdejev |  Presa de Almendra (Wikimedia Commons)

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