La tecnología no se libra de las modas y de cuando en cuando nos encontramos con gadgets o tendencias que se cuelan en nuestro día a día. La última tiene que ver con la fotografía y seguro que la conocéis todos muy bien. Sí, estamos hablando de los selfies o autorretratos. Algo que no ha pillado por sorpresa a los fabricantes al lanzar diferentes teléfonos pensando en este tipo de fotos.
Hay quienes han decidido ir más lejos y recuperar un objeto que hace años no triunfó pero parece que ahora es su momento. Seguro que también lo conocéis, estamos hablando del palo de los selfies. ¿Una buena idea? Para nada, es una moda pasajera que seguro que en unos meses acabará cogiendo polvo con otros trastos que compramos porque en su día pensamos que eran útiles pero al final terminamos usando una o dos veces como mucho.
Lo siento, pero te ves ridículo con él
Vas paseando con tus amigos o con tu pareja y decides que es un buen momento para hacerte una foto y contarle a todos tus contactos en las redes sociales lo bien que te lo estás pasando. Hasta ahora lo normal era que uno acabara sacando el móvil estirara el brazo mientras el resto se colocaban y hacer una foto rápida con todos apelotonados para intentar salir en la imagen.
Ahora cada vez que vamos a hacer una foto tenemos que pararnos, que alguien saque el bastón, montar el móvil, sincronizarlo por Bluetooth, estirarlo, colocarnos y finalmente hacer la foto mientras el resto miran este pequeño espectáculo que hemos montado para hacer una simple foto. Es cierto que el bastón no ocupa mucho espacio pero ¿llevar un accesorio simplemente para esto? Qué pereza.
Por supuesto cada uno es libre de hacer lo que quiera pero cuando te paras con el bastón a hacer un autorretrato es un poco ridículo. Quizá no te des cuenta cuando lo haces pero fíjate en todos esos grupos de personas que se amontonan para salir en la imagen.
¿Miedo a que te roben el móvil? El palo no ayuda
Uno de los argumentos a favor que más he escuchado a favor del palo de los selfies es la seguridad que da. Prestar una cámara a un extraño para que nos haga una foto puede ser una mala idea, cierto, pero ser más desconfiado y usar este accesorio no es una garantía de que no nos vayan a robar el móvil.
Pensémoslo: una varilla no muy robusta que tiene la capacidad de estirarse, más o menos, un metro de distancia. Estiramos el brazo y por consiguiente el palo, dejamos nuestro móvil a un metro y medio de distancia esperando a que cualquier avispado le de un tirón y se lleve el teléfono suena como una gran idea.
Sujetarlo con la mano no ayuda mucho pero al menos lo tenemos algo más cerca y mejor sujeto. El palo de los selfies no ayuda de ningún modo a paliar nuestra desconfianza. Si te van a querer robar el móvil, lo harán, les pidas o no que te hagan una foto. No es un accesorio de seguridad al fin de cuentas.
¿Realmente necesitas un selfie tan bueno?
Uno de las razones de ser de este accesorio es que es más cómodo hacer autorretratos. No lo voy a negar: lo cierto es que lo es pero ¿en realidad necesitas selfies tan currados? Creo que uno de los motivos que define la estética de estas fotos es precisamente que son improvisadas y no siempre la calidad es buena.
Planos forzados, fotos con ruido, encuadres terribles donde alguien (si es en grupo) acaba con la cabeza cortada. Acabar con eso es eliminar parte de lo que es hacerse un selfie. Dejaos de tonterías que además algunos modelos no son precisamente baratos (los hay por 30 euros) y al final tras hacer unas pocas fotos con él lo acabaréis dejando de usar al poco tiempo.
Actualización: también hemos publicado otra visión del tema, Palo para selfies, definitivamente a favor
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