Un diseñador llamado Ishac Bertran ha creado una consola de lo más original. Para empezar, no parece una consola: se trata de un cubo abstracto que permite jugar a lo que su responsable ha bautizado apropiadamente "Juegos Lentos" (Slow Games).
Y lo son, desde luego: los jugadores de esta consola solo pueden realizar un movimiento al día, y la idea de Bertran es la de convertir esa actividad frenética habitual al jugar videojuegos en una experiencia contemplativa.
Según este diseñador, la mayoría de los videojuegos están diseñados para mantenernos en ellos a través de gratificaciones instantáneas. "Eso es lo que permite a un juego ser realmente atractivo, realmente inmersivo. Cuando juegas a un videojuego, todo en la habitación desaparece".
En los Juegos Lentos la idea es la contraria. Cada cubo tiene un tipo de control diferente. Mario, por ejemplo, tiene un botón que se presiona: cuanto más tiempo lo hagas, más lejos saltará tu avatar. En el caso del juego Tetris (nos referimos al cubo adaptado a ese videojuego, claro), la idea es la de rotar completamente el cubo. Y en Pong tenemos un interruptor que permite indicar hacia dónde rebota la bola. Cada vez que hacemos un movimiento con estos juegos, tardamos un día entero en ver el resultado.
Eso hace que según Bertran estos juegos no estén enfocados a retarnos en nuestra coordinación a los mandos: lo que hace es retar nuestra memoria y nuestra capacidad de observación. Cada juego dura normalmente un par de semanas -si la partida no acaba antes- y como explica este diseñador, la idea es la de ir contracorriente y no seguir esa idea de que "la tecnología se anticipa a casi todo lo que acabaremos haciendo".
Vía | Wired
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