El Mundial 2030 que organizará España junto a otros cinco países tiene un ganador silencioso: Arabia Saudí

  • El Mundial 2034 irá sí o sí a Asia u Oceanía, y Arabia Saudí tiene interés en él

  • También tiene el dinero: este año que viene celebrará el Mundial de Clubes

Arabia Saudi Mundial 2034
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Es oficial: España organizará el Mundial de Fútbol 2030. Era la noticia más esperada por la RFEF y por el puñado de clubes españoles que habían hipotecado el futuro de sus estadios al torneo, pero es una noticia que viene con condicionantes: a la compañía ya conocida de Marruecos y Portugal la FIFA ha sumado la de Argentina, Uruguay y Paraguay. El Mundial se celebrará en seis países y tres continentes distintos, algo inédito.

Y algo que beneficia a un país en concreto.

En 2034, Asia. Las complejidades políticas de la FIFA, una aglomeración de federaciones y confederaciones de todo el mundo, asentaron décadas atrás un sistema rotatorio para el Mundial. El torneo genera 6.000 millones de euros en ingresos, un caramelo que todos los países y federaciones continentales desean probar. 2022 se ha jugado en Asia (AFC). 2026 se juega en Estados Unidos, Canadá y México (CONCACAF).

2030 involucra a tres federaciones distintas: UEFA (España y Portugal), CAF (Marruecos) y CONMEBOL (Argentina, Uruguay y Paraguay). Por rotación, el 2034 le corresponde a Asia o a Oceanía.

Hola, Arabia. Por dimensiones, sólo un país oceánico podría organizar el Mundial: Australia. Sucede que Australia abandonó la OFC en 2006 para enrolarse en la AFC, buscando un mayor nivel competitivo. Dentro de la AFC la competencia los candidatos son múltiples. De entre ellos, uno destaca por haber invertido durante los últimos años ingentes cantidades de dinero: Arabia Saudí. El régimen de Mohammed bin Salman ha hecho del deporte un pilar fundamental de Vision 2030, su gran campaña de imagen para el país.

Inversión reciente. Arabia Saudí ha sido la gran protagonista de la última ventana de fichajes en Europa. Más de una veintena de jugadores de primer nivel, incluyendo a estrellas de la talla de Neymar o Benzema, se han marchado de Inglaterra, España o Italia para recalar en desconocidos clubes saudíes. El éxodo supone una amenaza existencial para la UEFA. Arabia Saudí desea abrir la Champions League, la competición de clubes más lucrativa del mundo, y quiere sentar a la UEFA a negociar esquilmando sus ligas.

Músculo económico tiene de sobra, como ya ha demostrado en el golf.

Precedentes. La UEFA es un hueso duro de roer, pero la FIFA no. El organismo es célebre por sus casos de corrupción. Como revelaron numerosos medios de comunicación y como resume el documental FIFA Uncovered, el Mundial de 2022 se adjudicó tras una larga campaña de sobornos por parte de Qatar. Altos delegados de la FIFA recibieron dinero a cambio de votar por un país que a) no tenía las infraestructuras b) no tenía las condiciones ambientales y c) no tenía la mano de obra para construir los estadios.

El Mundial de Qatar ha sido el más polémico, controvertido y conflictivo de la historia, no sólo por la represión ejercida contra algunos periodistas sino también por el incierto número de trabajadores fallecidos durante las obras de los estadios. La FIFA era consciente de todo esto y aún así le concedió el Mundial.

Don Dinero. Por su parte, Arabia Saudí tiene experiencia captando torneos futbolísticos de menor rango. La Supercopa de España se ha celebrado durante los últimos años allí, fruto de un acuerdo entre las federaciones saudíes y españolas. Un acuerdo extremadamente polémico, por supuesto. Italia también ha llevado torneos al país asiático y el próximo Mundial de Clubes de la FIFA se disputará allí. Las autoridades saudíes han probado fortuna en otros deportes, tales como el ciclismo, el mencionado golf o la F1.

Arabia Saudí tiene un plan (rehabilitar su imagen internacional a través del deporte) y tiene el dinero para conseguirlo. Pocos deportes se están resistiendo.

Objetivo 2034. Así las cosas, el Mundial Frankenstein planeado por la FIFA para 2030 allana el camino para que Arabia Saudí presente su candidatura para 2034. Las otras cuatro confederaciones más potentes del mundo (Europa, Sudamérica, África y Norteamérica) quedan fuera de la terna, y dentro de Asia pocos países pueden igualar el músculo económico de Arabia Saudí. Como Qatar demostró ante Estados Unidos, el social o deportivo importa poco.

El interés saudí es expreso, aunque en una fase tan temprana del concurso significa poco. China, Australia, Kazajistán o Indonesia también se han mostrado proclives. La FIFA asignará el Mundial en 2027, presumiblemente. Y hay un claro favorito en el horizonte.

Imagen | GTRES

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